BARCELONA: Apagones que no dejan a oscuras

Apagones como el de Barcelona o el ocurrido en Nueva York en 1977 nos hacen valorar algo tan cotidiano hoy en día como es la electricidad. Y es que, aunque estos incidentes siempre son caóticos sea cual sea el escenario en el que se produzcan, cuando interrumpen la actividad normal de una empresa no sólo se trata de un molesto inconveniente, sino de un factor que puede alterar el curso habitual de un negocio y provocar daños irreversibles.

Como consecuencia, proliferan las empresas especializadas en el campo de la dirección de seguridad y emergencias, que han centrado su negocio en proporcionar sistemas de contingencia a sus clientes. En estos planes se evalúan los riesgos, los medios con los que cuenta la organización y se definen las pautas de actuación. La intención, minimizar los efectos negativos que pueda ocasionar en una empresa un corte circunstancial de fluido eléctrico.

De esta forma, y siguiendo la máxima que predica que es mejor prevenir que curar, las empresas disfrutan de sistemas de contingencia para poder afrontar estos imprevistos con elegancia. Generadores que proporcionan el suministro eléctrico y duplicación de los sistemas informáticos son algunas de las medidas de prevención que adoptan las compañías.

Según fuentes de Telefónica, cada edificio de Distrito C posee 'un generador que sustenta todos los servicios mientras dure el corte de fluido eléctrico, de tal manera que la actividad continúa con normalidad como si no hubiese ocurrido un apagón'.

Pero la operadora no es la única que intenta proteger su actividad cotidiana de este tipo de incidentes. En todos los edificios de Repsol, 'existen sistemas de alimentación ininterrumpida, que garantizan la continuidad hasta la entrada de los grupos electrógenos, alimentados en unos casos por gasoil y en otros por gas natural, para que las necesidades básicas y de emergencia queden cubiertas por estos servicios'. Además, en la compañía petrolera los sistemas informáticos están duplicados, de tal forma que en caso de emergencia se aplicarían los planes de contingencia que permiten continuar con el servicio. Además, para comprobar la reacción en momentos de crisis, se realizan simulacros periódicos de este tipo de situaciones.

Y como actualmente tanto los procesos de producción, distribución, almacenaje y venta dependen de ordenadores o maquinaria alimentada por electricidad, todas las prevenciones son bien recibidas cuando se trata de proteger el ritmo laboral de una empresa.

Desde Indra se explica que el sistema de contingencia es similar al de las demás compañías, de tal forma que 'garantiza el mantenimiento de todas las instalaciones y servicios a través de unos grupos electrógenos que sirven de proveedores a los centros de proceso de datos y que están alimentados por depósitos de gasoil'. Así, el mantenimiento de la actividad es tan sencillo como ir dotando al recipiente de combustible hasta que se recupere el suministro de luz con normalidad.

Altadis, por su parte, posee 'grupos electrógenos para suministrar el servicio eléctrico en situaciones de crisis y grupos de baterías para abastecer a los sistemas informáticos'.

Sin embargo, no sólo las empresas quieren garantizar el desarrollo habitual de sus negocios. Con una normativa europea que cada vez hace más hincapié en la exigencia de las entidades financieras de contar con un plan de continuidad de negocio ante la eventualidad de que se produzca algún siniestro que pueda interrumpir la actividad de la compañía, Bolsas y Mercados Españoles puso en marcha BME Alternativ. Este servicio, que ha tenido como socios tecnológicos a Telefónica e IBM, ofrece a la industria financiera una garantía de continuidad en casos de crisis, para que puedan seguir operando con normalidad, tanto desde un punto de vista tecnológico como físico.

'El servicio está enfocado a cualquier tipo de contingencia, incluidos los apagones', comenta María Parga, consejera directora general de BME Innova. Así, el servicio de respuesta inmediata, que se engloba dentro de la fase de implantación, permite la utilización de salas en el centro de recuperación del holding, con puestos de trabajo preparados para tener acceso a toda la cadena de mercado. Servicios de consultoría, de continuidad mínima y personalizada y servicios de formación constituyen el resto de las fases que conforman esta iniciativa.

Negocios dedicados a prevenir
En el otro lado de la moneda se encuentran las empresas especializadas en proporcionar a sus clientes los sistemas de contingencia necesarios para sobrevivir sin daños a situaciones de crisis. Entre sus clientes se encuentran desde Administraciones Públicas hasta empresas de gran volumen pertenecientes a todos los sectores.

Según José Luis Hidalgo Mateos, director de Relaciones con Clientes y Formación de Directivos de Belt Ibérica, los proyectos 'están encaminados a prevenir sucesos o accidentes de impacto negativo en la organización, disminuir la vulnerabilidad frente a las amenazas a través de un correcto análisis y valoración de riesgos, así como minimizar los daños y el periodo de recuperación en caso de que se materialicen'. Así, la compañía ha centrado su negocio es ofrecer planes de prevención y actuación ante diferentes tipos de contingencia.

Pero ante situaciones de crisis como un apagón también es necesario valorar las consecuencias de la posible pérdida de la información que almacenan los ordenadores. Por eso, y como una medida preventiva, las empresas adoptan sistemas de duplicación y de recuperación de datos.

En consonancia, Uniway ofrece a sus clientes soluciones globales de infraestructura, entre las que se encuentran servicios de consultoría y desarrollo de proyectos para proporcionar soluciones de almacenamiento, protección de datos y disponibilidad de sistemas.

'Lo primero es hacer una consultoría del negocio y otra tecnológica, para después pasar a la implantación del centro de contingencia y a su posterior mantenimiento', indica David Fernández, director de Marketing de Uniway.

Así, todas las medidas son pocas a la hora de proteger el ritmo de la actividad cotidiana de las empresas.

Ciudades sin luz a lo largo de la historia
Barcelona o Nueva York no son las únicas ciudades que, alguna vez, se han quedado a oscuras. En 2003, un apagón que tuvo origen en Suiza dejó a Italia sumergida en la penumbra durante 14 horas. Mucho más impresionante fue el sucedido el año pasado como consecuencia de un fallo en la red de transporte de electricidad del grupo Eon en Alemania que afectó a nueve países europeos.


Via: 5dias

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