Vecinos visiblemente indignados y cansados por no tener luz desde las 11 horas del lunes, así como amigos y solidarios, han protestado esta noche con una cacerolada en la zona del paseo Maragall de la ciudad.
La falta de luz en los edificios es desigual, ya que en algunos casos hay suministro en los locales de planta baja pero no en los pisos de más altura, lo que agrava el hecho de que no funcionen los ascensores.
Comerciantes y vecinos afectados por el apagón han comentado que están "perdiendo dinero" y protestaban por la "mala calidad del servicio". Algunos han dicho, en tono irónico, que debían hacer una "huelga de no pagar la luz" hasta que "arreglen los cables y revisen las infraestructuras".
"Queremos luz, queremos luz"
Al grito de "Queremos luz, queremos luz", han cortado el tráfico del paseo Maragall y han mostrado su descontento por el cordón policial de los Mossos d'Esquadra, que han considerado desproporcionado.
Si bien instituciones y asociaciones de consumidores recomiendan pedir indemnizaciones a la compañía eléctrica, los afectados se han mostrado escépticos sobre la eficacia de las reclamaciones, en un momento en que Fecsa Endesa y Red Eléctrica Española (REE) están en el punto de mira sobre la supuesta falta de inversiones en Catalunya.
Sant Andreu y paseo Sant Joan se suman a la protesta
En otras zonas de la ciudad también ha habido caceroladas ruidosas pero con menos seguidores. Es el caso del paseo Sant Joan a la altura de la calle Indústria, completamente a oscuras, donde algunos vecinos han salido a la calle y otros han seguido la protesta desde sus balcones con cacerolas y trompetas.
En esta ocasión no ha habido cortes de tráfico, pero sí guardias urbanos en los cruces ya que todavía hay semáforos que no funcionan y los cuerpos de seguridad han incrementado sus tareas. También en el barrio de Sant Andreu decenas de personas de todas las edades han salido a la calle para protestar por el gran apagón. Coincidiendo con la protesta, los conductores han hecho sonar el claxon para manifestar su solidaridad.
Unas 10.000 familias barcelonesas pasarán una segunda noche sin luz, después de que a lo largo del día hayan recuperado el servicio los 70.000 abonados que hoy seguían afectados, gracias a la instalación de 134 grupos electrógenos en la capital catalana, ha informado la compañía Fecsa-Endesa. La empresa seguirá trabajando a lo largo de la próxima noche con el objetivo de que mañana el servicio esté restablecido en toda la ciudad, mediante grupos electrógenos y el uso de líneas alternativas, así como la instalación de un transformador móvil en la subestación eléctrica de Maragall.
Durante la mañana se ha ido restituyendo el servicio a 30.000 de los 80.000 abonados dependientes de la subestación de Maragall que esta mañana seguían afectados. Por la tarde eran 50.000 los que seguían afectados, aunque antes del anochecer se ha conseguido reducir la cifra hasta los 10.000 abonados, que no se librarán de pasar otra noche a oscuras.
Las previsiones de Fecsa-Endesa contradicen el esperanzador anuncio efectuado esta mañana por el conseller de Economía, Antoni Castells, al asegurar que todos los afectados por el apagón tendrían garantizado el suministro "en las horas valle" de la noche, es decir, aquellas con menos consumo eléctrico.
No obstante, según ha afirmado en rueda de prensa la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, a Castells las eléctricas "le han dado unas informaciones que ahora no se están corroborando".
Desde esta mañana, la perspectiva de pasar otra noche ha invadido de una mezcla de indignación y frustración a los vecinos y comerciantes de los distritos de Sant Martí, Sant Andreu, Horta-Guinardó, Gracia y parte del Eixample.
También el Ayuntamiento de Barcelona ha expresado su indignación por el apagón que afecta a la ciudad y ha exigido a las compañías responsables del suministro eléctrico que resuelvan de manera rápida la situación y aprueben las inversiones necesarias.
Clos, al Congreso
El histórico apagón, que llegó a afectar ayer a 350.000 abonados, lo que según la Comisión Nacional de Energía (CNE) podría abarcar el millón de personas, ha motivado que el ministro de Industria, Joan Clos, comparezca a petición propia en el Congreso, tal y como lo habían solicitado CiU e IU-ICV.
Por su parte, la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), la Federación de Consumidores en Acción (FACUA), la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han aconsejado a todos los afectados que reclamen las pérdidas que hayan podido sufrir.
Asimismo, los hoteleros y restauradores de Barcelona han anunciado que crearán una plataforma jurídica para presentar una demanda contra los responsables del apagón y pedir indemnizaciones por los daños económicos y, sobre todo, por la pérdida de imagen internacional que supone para la ciudad.
El presidente de la Fundación Barcelona Comercio, Vicenç Gasca, ha estimado en cincuenta millones de euros las pérdidas en ventas de sus asociados.
El corte de suministro ha motivado que el Síndic de Greuges abriera una actuación de oficio para defender los derechos de los afectados por el apagón y determinar las responsabilidades que se deriven por la interrupción del suministro eléctrico.
Diversidad de reacciones
El histórico apagón ha desencadenado numerosas reacciones políticas y sindicales: el presidente del PP catalán, Daniel Sirera, ha lamentado que el gobierno catalán estuviera "de vacaciones" durante las primeras horas de la crisis y no tomara ninguna medida para prevenir una situación de emergencia como la de ayer.
CiU ha exigido a José Montilla, como ex ministro de Industria, así como a su sucesor en el cargo, Joan Clos, y a los dos consellers responsables de energía en el gobierno de la Generalitat, Antoni Castells y Josep Maria Rañé, que asuman sus "responsabilidades políticas" por el apagón.
La formación nacionalista ha protestado también por el hecho de que los teléfonos de información municipal y de la Generalitat, el 010 y el 012, se dediquen a derivar a los afectados a los teléfonos de Endesa, en lugar de informar directamente y ofrecer soluciones.
Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO de Catalunya han denunciado la falta de inversiones en infraestructuras eléctricas en Catalunya y han pedido a las administraciones que actúen, exijan responsabilidades y ejerzan funciones reguladoras.
Catalunya ha sufrido ocho grandes apagones desde 1991, y la mayoría en la capital catalana, aunque uno de los más importantes fue el ocurrido ayer en Barcelona y área metropolitana, que dejó sin suministro eléctrico a 350.000 abonados.
La falta de luz en los edificios es desigual, ya que en algunos casos hay suministro en los locales de planta baja pero no en los pisos de más altura, lo que agrava el hecho de que no funcionen los ascensores.
Comerciantes y vecinos afectados por el apagón han comentado que están "perdiendo dinero" y protestaban por la "mala calidad del servicio". Algunos han dicho, en tono irónico, que debían hacer una "huelga de no pagar la luz" hasta que "arreglen los cables y revisen las infraestructuras".
"Queremos luz, queremos luz"
Al grito de "Queremos luz, queremos luz", han cortado el tráfico del paseo Maragall y han mostrado su descontento por el cordón policial de los Mossos d'Esquadra, que han considerado desproporcionado.
Si bien instituciones y asociaciones de consumidores recomiendan pedir indemnizaciones a la compañía eléctrica, los afectados se han mostrado escépticos sobre la eficacia de las reclamaciones, en un momento en que Fecsa Endesa y Red Eléctrica Española (REE) están en el punto de mira sobre la supuesta falta de inversiones en Catalunya.
Sant Andreu y paseo Sant Joan se suman a la protesta
En otras zonas de la ciudad también ha habido caceroladas ruidosas pero con menos seguidores. Es el caso del paseo Sant Joan a la altura de la calle Indústria, completamente a oscuras, donde algunos vecinos han salido a la calle y otros han seguido la protesta desde sus balcones con cacerolas y trompetas.
En esta ocasión no ha habido cortes de tráfico, pero sí guardias urbanos en los cruces ya que todavía hay semáforos que no funcionan y los cuerpos de seguridad han incrementado sus tareas. También en el barrio de Sant Andreu decenas de personas de todas las edades han salido a la calle para protestar por el gran apagón. Coincidiendo con la protesta, los conductores han hecho sonar el claxon para manifestar su solidaridad.
Via: El Periodico
Unas 10.000 familias barcelonesas pasarán una segunda noche sin luz, después de que a lo largo del día hayan recuperado el servicio los 70.000 abonados que hoy seguían afectados, gracias a la instalación de 134 grupos electrógenos en la capital catalana, ha informado la compañía Fecsa-Endesa. La empresa seguirá trabajando a lo largo de la próxima noche con el objetivo de que mañana el servicio esté restablecido en toda la ciudad, mediante grupos electrógenos y el uso de líneas alternativas, así como la instalación de un transformador móvil en la subestación eléctrica de Maragall.
Durante la mañana se ha ido restituyendo el servicio a 30.000 de los 80.000 abonados dependientes de la subestación de Maragall que esta mañana seguían afectados. Por la tarde eran 50.000 los que seguían afectados, aunque antes del anochecer se ha conseguido reducir la cifra hasta los 10.000 abonados, que no se librarán de pasar otra noche a oscuras.
Las previsiones de Fecsa-Endesa contradicen el esperanzador anuncio efectuado esta mañana por el conseller de Economía, Antoni Castells, al asegurar que todos los afectados por el apagón tendrían garantizado el suministro "en las horas valle" de la noche, es decir, aquellas con menos consumo eléctrico.
No obstante, según ha afirmado en rueda de prensa la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Imma Mayol, a Castells las eléctricas "le han dado unas informaciones que ahora no se están corroborando".
Desde esta mañana, la perspectiva de pasar otra noche ha invadido de una mezcla de indignación y frustración a los vecinos y comerciantes de los distritos de Sant Martí, Sant Andreu, Horta-Guinardó, Gracia y parte del Eixample.
También el Ayuntamiento de Barcelona ha expresado su indignación por el apagón que afecta a la ciudad y ha exigido a las compañías responsables del suministro eléctrico que resuelvan de manera rápida la situación y aprueben las inversiones necesarias.
Clos, al Congreso
El histórico apagón, que llegó a afectar ayer a 350.000 abonados, lo que según la Comisión Nacional de Energía (CNE) podría abarcar el millón de personas, ha motivado que el ministro de Industria, Joan Clos, comparezca a petición propia en el Congreso, tal y como lo habían solicitado CiU e IU-ICV.
Por su parte, la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), la Federación de Consumidores en Acción (FACUA), la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han aconsejado a todos los afectados que reclamen las pérdidas que hayan podido sufrir.
Asimismo, los hoteleros y restauradores de Barcelona han anunciado que crearán una plataforma jurídica para presentar una demanda contra los responsables del apagón y pedir indemnizaciones por los daños económicos y, sobre todo, por la pérdida de imagen internacional que supone para la ciudad.
El presidente de la Fundación Barcelona Comercio, Vicenç Gasca, ha estimado en cincuenta millones de euros las pérdidas en ventas de sus asociados.
El corte de suministro ha motivado que el Síndic de Greuges abriera una actuación de oficio para defender los derechos de los afectados por el apagón y determinar las responsabilidades que se deriven por la interrupción del suministro eléctrico.
Diversidad de reacciones
El histórico apagón ha desencadenado numerosas reacciones políticas y sindicales: el presidente del PP catalán, Daniel Sirera, ha lamentado que el gobierno catalán estuviera "de vacaciones" durante las primeras horas de la crisis y no tomara ninguna medida para prevenir una situación de emergencia como la de ayer.
CiU ha exigido a José Montilla, como ex ministro de Industria, así como a su sucesor en el cargo, Joan Clos, y a los dos consellers responsables de energía en el gobierno de la Generalitat, Antoni Castells y Josep Maria Rañé, que asuman sus "responsabilidades políticas" por el apagón.
La formación nacionalista ha protestado también por el hecho de que los teléfonos de información municipal y de la Generalitat, el 010 y el 012, se dediquen a derivar a los afectados a los teléfonos de Endesa, en lugar de informar directamente y ofrecer soluciones.
Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO de Catalunya han denunciado la falta de inversiones en infraestructuras eléctricas en Catalunya y han pedido a las administraciones que actúen, exijan responsabilidades y ejerzan funciones reguladoras.
Catalunya ha sufrido ocho grandes apagones desde 1991, y la mayoría en la capital catalana, aunque uno de los más importantes fue el ocurrido ayer en Barcelona y área metropolitana, que dejó sin suministro eléctrico a 350.000 abonados.
Via: La Vanguardia
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