'Irán ofrece dos licitaciones para la construcción de dos nuevas centrales de 1.000 a 1.600 megawatios en Buchehr (sur)', dijo Ahmad Fayaz Bakhsh, director de producción y desarrollo de energía nuclear en la Organización Iraní de Energía Atómica.
Las condiciones de ambas licitaciones, cuyo plazo de presentación de ofertas vencerá el 10 de agosto, serán entregadas a la prensa este domingo. Irán ya s eha puesto en 'contacto con empresas rusas y europeas' al respecto, añadió Fayaz Bakhsh.
El anuncio llega mientras Irán se enfrenta a la creciente presión de la comunidad internacional para que suspenda sus actividades nucleares y cuando la finalización de su primera central nuclear, que actualmente construye una empresa de Rusia, ha sufrido un nuevo retraso.
Las nuevas plantas ahora licitadas 'se construirán al lado de la central (rusa) de Buchehr, con una capacidad total de 2.000 a 3.200 megawatios', agregó el responsable. El coste de cada central se ha establecido entre 1.400 y 1.700 millones de dólares y su construcción durará entre nueve y once años, explicó. El 'combustible será suministrado mediante producción local y extranjera', subrayó.
Este procedimiento hace posible obtener el combustible para una central civil si el enriquecimiento es limitado a 5%, pero puede servir para la construcción de la bomba atómica si alcanza el 90%.
Las grandes potencias exigen precisamente a Irán que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio, que sirven para producir tanto combustible para centrales nucleares como para fabricar bombas atómicas. Teherán, en cambio, defiende su derecho a proseguir con sus actividades de enriquecimiento de uranio afirmando que es el único medio para garantizar su independencia de los suministros extranjeros de combustible nuclear.
El régimen de los ayatolás, además, asegura que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles y no militares, como temen Estados Unidos y Europa. Numerosos expertos han señalado que la cantidad de mineral de uranio que se necesita y su coste de extracción convierten el objetivo iraní de autoabastecer sus propias centrales en ilusorio.
Fayaz Bakhsh indicó que 'Irán contempla producir combustible para dos centrales' en el marco del plan de desarrollo nuclear iraní para los próximos 20 años, que prevé el alcance de una capacidad de 20.000 megawatios.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, anunció el lunes que Irán había alcanzado el estadio industrial en su programa de enriquecimiento de uranio en Natanz.
El jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, minimizó la importancia de este anuncio al afirmar el jueves que Irán seguía 'todavía en el primer nivel de la construcción de la fábrica de enriquecimiento de Natanz' y posee sólo 'centenares' de centrifugadoras.
Interrogado al respecto, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Mohammad Ali Hosseini, declaró este domingo que 'los inspectores de la Agencia estaban en Natanz y harán un informe sobre nuestras recientes actividades'. 'ElBaradei será informado sobre los nuevos hechos (...) y las ambigüedades al respecto serán despejadas' sobre el número de centrifugadoras de enriquecimiento en actividad, agregó.
Fayaz Bakhsh declaró que ambas licitaciones prevén que el 36% de la construcción de estas nuevas centrales será efectuado por empresas iraníes. 'Nuestro objetivo es pasar de aquí a 20 años a un nivel de 80% construidos por empresas iraníes', explicó.
Rusia está terminando actualmente la construcción de la primera central nuclear iraní en Buchehr. Pero su puesta en funcionamiento, prevista para septiembre, fue aplazada.
Las condiciones de ambas licitaciones, cuyo plazo de presentación de ofertas vencerá el 10 de agosto, serán entregadas a la prensa este domingo. Irán ya s eha puesto en 'contacto con empresas rusas y europeas' al respecto, añadió Fayaz Bakhsh.
El anuncio llega mientras Irán se enfrenta a la creciente presión de la comunidad internacional para que suspenda sus actividades nucleares y cuando la finalización de su primera central nuclear, que actualmente construye una empresa de Rusia, ha sufrido un nuevo retraso.
Las nuevas plantas ahora licitadas 'se construirán al lado de la central (rusa) de Buchehr, con una capacidad total de 2.000 a 3.200 megawatios', agregó el responsable. El coste de cada central se ha establecido entre 1.400 y 1.700 millones de dólares y su construcción durará entre nueve y once años, explicó. El 'combustible será suministrado mediante producción local y extranjera', subrayó.
Este procedimiento hace posible obtener el combustible para una central civil si el enriquecimiento es limitado a 5%, pero puede servir para la construcción de la bomba atómica si alcanza el 90%.
Las grandes potencias exigen precisamente a Irán que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio, que sirven para producir tanto combustible para centrales nucleares como para fabricar bombas atómicas. Teherán, en cambio, defiende su derecho a proseguir con sus actividades de enriquecimiento de uranio afirmando que es el único medio para garantizar su independencia de los suministros extranjeros de combustible nuclear.
El régimen de los ayatolás, además, asegura que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles y no militares, como temen Estados Unidos y Europa. Numerosos expertos han señalado que la cantidad de mineral de uranio que se necesita y su coste de extracción convierten el objetivo iraní de autoabastecer sus propias centrales en ilusorio.
Fayaz Bakhsh indicó que 'Irán contempla producir combustible para dos centrales' en el marco del plan de desarrollo nuclear iraní para los próximos 20 años, que prevé el alcance de una capacidad de 20.000 megawatios.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, anunció el lunes que Irán había alcanzado el estadio industrial en su programa de enriquecimiento de uranio en Natanz.
El jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, minimizó la importancia de este anuncio al afirmar el jueves que Irán seguía 'todavía en el primer nivel de la construcción de la fábrica de enriquecimiento de Natanz' y posee sólo 'centenares' de centrifugadoras.
Interrogado al respecto, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Mohammad Ali Hosseini, declaró este domingo que 'los inspectores de la Agencia estaban en Natanz y harán un informe sobre nuestras recientes actividades'. 'ElBaradei será informado sobre los nuevos hechos (...) y las ambigüedades al respecto serán despejadas' sobre el número de centrifugadoras de enriquecimiento en actividad, agregó.
Fayaz Bakhsh declaró que ambas licitaciones prevén que el 36% de la construcción de estas nuevas centrales será efectuado por empresas iraníes. 'Nuestro objetivo es pasar de aquí a 20 años a un nivel de 80% construidos por empresas iraníes', explicó.
Rusia está terminando actualmente la construcción de la primera central nuclear iraní en Buchehr. Pero su puesta en funcionamiento, prevista para septiembre, fue aplazada.
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